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De veras, explicádmelo. Quizá es que yo soy muy torpe o especialmente sensible, pero no acabo de comprenderlo. ¿A qué vienen esta foto de portada? Imaginaos que sois un ciudadano común, que por curiosidad entra en el perfil de PSOE Extremadura y se encuentra con esta imagen metadiscursiva de portada en la que alguien toma entre sus manos una cámara de fotos en la que a su vez se se puede apreciar la imagen de Vara sentado en torno a una mesa, reunido con no se sabe quién.
En este caso la estética refleja fielmente la ética, el ethos subyacente a nuestro propio devenir como partido: mirarse el ombligo, reproducir en un círculo vicioso la moviola iconográfica de nuestro egocentrismo, alentar con ignorancia un orgullo ideológico ajeno a los signos de los tiempos. Se me antoja la foto como una recurrente metáfora, en donde la cámara de fotos, la instantánea, opera de oscuro ombligo, cavernosa oquedad, concavidad en la que estamos y de la que plácidamente disfrutamos.
Imaginen de nuevo: soy un simpatizante socialista y entro en el perfil del PSOE Extremadura en Facebook y me encuentro con esta foto. ¿Qué pienso? Ellos de nuevo se lo comen, ellos se lo guisan. ¿Qué papel puedo tener yo, un ciudadano más, en este club selecto de dirigentes, entregados con delectación a su monólogo? ¿Dónde está ese partido democrático, participativo, moderno y transparente?
En fin. Ya les digo; quizá sea que esté hoy sensible, viendo gigantes donde solo hay molinos. O no, puede que la lucidez sea así, melindrosa. Juzguen ustedes.
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