Los resultados de Metroscopia debieran llamarse en realidad endoscopia. Por lo menos en el caso del PSOE. Son una prueba diagnóstica para navegantes, una punción contra el orgullo y una prueba de muestreo que pulsa el escepticismo popular.
Observen la gráfica. Hay palos para todos. Excepto para UPyD, que remonta de un 6,1 al 10,2%. Es lo que tiene ser cool, aunque, ya saben, la fama es intensa, pero breve. IU, apegada aún a su pusilánime política de bailar con todos y con ninguno a la vez, se resiente. Si les pica, que se arrasquen. Y si no, que hubieran mostrado más más solidez discursiva y no este zig zag pugilístico, acromático.
El gran asediado por el escepticismo popular es el PP, pero ¿qué esperaban?, ¿un pueblo resignado y silente? La mayoría silenciosa no existe. Rajoy se merece el desprecio del pueblo; porque el aplauso del sistema financiero ya se lo ganó. Cada oveja a su granero.
Lo que no tiene nombre ni apellidos es la incapacidad del PSOE de remontar afecto. El principal partido en oposición debiera a estas alturas haber armado su discurso con balas de izquierda, sin polisemias, y no este vals desacompasado que no creemos ni los conversos. El día de las Primarias estábamos en un 28,7%. Hoy, en un inquietante 23,9% de estimación de voto. Y cayendo. No hay repunte. Miren bien el gráfico. Estamos donde nos merecemos. Y los órganos del partido siguen con el mus de siempre, el cobarde, sin envidos a la grande, comedidos en la letra, a esperas de que Rajoy expire. Así nos va. Tenemos dirigentes pusilánimes, aletargados por la promesa de una ganancia a la baja. Mientras tanto, la militancia, a verlas venir. Jodidos y cabreados. Pero no tontos. Como la mayoría de los católicos, creyentes, pero alzando el dedo corazón cuando la Episcopal abre la boca, la soldadesca socialista lo es en espíritu, pero reniega de la estampa del aparato. Espera y desespera.
Necesitamos como agua de mayo cambiar la lista del fotocool, elegir a quien sepa modernizar el partido, traerlo donde está la gente, más allá del guiño vindicativo en fiestas de guardar. Lo que decía, una endoscopia digestiva baja es lo que necesitamos. De ano hasta ciego. Y quizá hasta me quede corto.
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