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Conferencia política 2013



Rubalcaba quiere inaugurar su carrera de fondo hacia las próximas elecciones a través de una Conferencia Política que se celebrará en noviembre de 2013, bajo el título Un proyecto reformista para España 2015. Rubalcaba ha pedido a cuatro de los representantes de la vieja guardia ideológica del partido, Ramón Jáuregui, Javier Solana, Joaquín Almunia y José María Maravall, asesoramiento en este proceso de reflexión que culminará con la Conferencia Política. La idea se presenta como una especie de petit Suresnes, una conferencia que debiera culminar con la modernización interna del partido y un proyecto político renovador para el socialismo del siglo XXI. Así se vende la conferencia. 

Ramón Jáuregui será el encargado de reunir a 300 militantes de entre 30 y 40 años, seleccionados no de las propias sedes locales (lo que sería más democrático y participativo), sino de entre un selecto club de universitarios vinculados a las fundaciones Ideas, Alternativas y Ortega y Gasset. No será la militancia quien reflexione y aporte sobre el futuro del partido, elaborando un documento marco, no. Esta labor estará destinada a un equipo de pensadores que formará grupos de trabajo en torno a diferentes temas:

1. Democracia y poder legislativo.
2. España y sus nacionalismos. Modelo autonómico y reformas territoriales.
3. España y Europa.
4. Laicidad, aconfesionalidad y relaciones con la Iglesia.
5. Justicia y Estado de Derecho.
6. La inmigración.
7. Reformas socioculturales para una mejor “calidad de vida”.
8. El derecho a la información. Los medios de comunicación. La cultura. Internet.
9. Políticas para la igualdad personal.
10. Derechos y libertades en una nueva sociedad.

El documento marco que elabore este equipo universitario será referente para los debates posteriores en las diferentes sedes locales, provinciales y regionales. Ferraz quiere asegurarse que sean expertos sociólogos, politólogos y demás académicos quienes esbocen la línea ideológica del partido para las próximas décadas. El papel de la militancia será meramente secundario. Por supuesto, se pondrá en marcha un proceso consultivo en las sedes, pero no dejará de ser meramente secundario, para salvar las apariencias. Lo que podría haber sido ya en sus formas un proceso con cierta sensibilidad democrática, vuelve a orquestarse desde Ferraz con un verticalismo inquietante. ¡Qué les hubiera costado arbitrar este proceso a través de comisiones regionales de expertos voluntarios, no necesariamente universitarios, para después elaborar un texto consensuado que redactaran representantes de cada región! Esto sí es democrático, sí es contar con la militancia.

Es pronto para decirlo, pero esta Conferencia Política se revela como un teatro mediático cuyo objetivo principal es aparentar ante la opinión pública la renovación ideológica del partido y su rutilante modernidad, a través de la presentación de un programa político que aliente la esperanza de que realmente algo ha cambiado dentro del partido. La Conferencia Política quiere ser la carta de presentación de Rubalcaba como candidato a la Presidencia del Gobierno, su entrada triunfal en la parrilla de salida a la campaña electoral, pero no parece que quiera aprovecharse como ocasión para articular medidas reales de democratización interna y participación real de la militancia.

Pero ¿qué opinan los militantes de base de esta estrategia en la que no tienen ni voz ni voto? Si un militante quiere aportar alguna idea a su partido, solo le queda el recurso a la web Diálogos en red, en donde podrá dejar en formato breve sus aportaciones al futuro del partido. Pero este modelo digital de participación no deja de ser una especie de buzón de sugerencias aséptico y unidireccional, un expendedor cuya interactividad se resume en un gracias por haber participado

Rubalcaba no acaba de darse cuenta de que un proceso de reflexión nacional sobre el futuro del partido debe tener como eje central la articulación de un modelo de participación de abajo arriba, desde los militantes de base hasta Ferraz. De lo contrario, estamos reproduciendo de nuevo los modelos consultivos pretéritos que se articulaban bajo el yugo de un despotismo ilustrado. 

Uno de los grandes retos que tiene nuestro partido de cara al futuro no solo se resume en la necesaria renovación ideológica de su catecismo, sino aún con más premura se requiere una reflexión profunda acerca de los mecanismos internos que calcifican la vida interna del partido, convirtiéndolo en una oligarquía que se retroalimenta a través de reglas no escritas (cultura de partido, lo llaman) que en vez de renovar las estructuras de poder, lo único que consiguen es dar cancha al clientelismo y la omertá.

La Conferencia Política solo alimentará aún más la sensación infausta que tenemos los militantes de que el verdadero capital del partido no reside, a los ojos de Ferraz, en sus bases. Una cuestión es el discurso oficial, la autocomplaciente declaración de principios, y otra la realidad que día a día viven los militantes de cada sede. Ferraz está preocupada por la imagen mediática que posee el partido, y está convencido de que la Conferencia Política puede dar la sensación pública de unidad y cambio. Pero esto, desde las bases, no deja de ser mero maquillaje político, atrezzo publicitario, precampaña electoral. Una Conferencia Política ya de por sí no es suficiente para cambiar la atávica organización interna del partido y sus inercias, pero si encima a esto le añadimos que el diseño de esta conferencia se delinea con tan escasa sensibilidad democrática, el militante no puede sino redoblar su escepticismo.

¿Queremos ganar las elecciones o queremos renovar el partido? Ferraz ve imposible combinar estos dos objetivos. Para ello tendría que tocar la columna vertebral que alimenta el debate interno en el partido: cambiar la estructura organizativa, las formas en la toma de decisiones, la articulación de medidas de autoprotección contra los peligros que destruyen el partido desde dentro, convirtiéndolo en un cortijo esotérico. Pero claro, esto genera un ruido mediático que pone en peligro la imagen del partido como un bloque unitario, sólido y flexible a la vez. ¿Qué hacer entonces? ¿Cómo debatir sin revelar la evidente disensión que precede a todo acto consensual? Valentía y determinación, confianza en la militancia y los simpatizantes como patrimonio de futuro.

A esto hay que añadir que no basta con un texto político, impuesto por Madrid, para cambiar las inercias heredadas. Los cambios sustanciales deben venir desde abajo, desde los propios militantes y sus órganos de dirección. Es la práctica política, no la teoría, la que debe ser modificada. Así, se requiere que cada región, cada provincia, cada municipio, abra su propio periodo de reflexión, su propia Conferencia Política, y rediseñe entre todas y todos las líneas que deben articular las políticas a pie de calle. ¿Es necesario hablar de laicidad? Sí, por supuesto; pero los retos reales de la ciudadanía pasan por encontrar un modelo de política diferente, más accesible y consultivo, más eficaz y cercano. Esto no puede darse si los modelos de organización interna siguen caracterizándose por el verticalismo y un nepotismo vergonzoso. Cambiaremos el color de la pared, pero la humedad permanece en su interior, y tarde o temprano volverá a aflorar.

2 comentarios:

  1. Me parece un asalto a la diligencia. Por supuesto el de Rubalcaba. En el congreso se llegó al compromiso de realizar una conferencia de organización para debatir el modelo y las reglas internas del partido. Era un clamor. Pero él tiene otros planes. De reunirnos antes del verano, a noviembre. Sí, pero noviembre del 2013. Toda una estafa y un abandono de los militantes y de la sociedad. Me ha hecho gracia el punto de inmigración. El año que viene será emigración.
    No, no espero ya nada de este partido y la sociedad pide salir a la calle. Con todo el dolor de mi corazón creo que voy a dejarlo. Mi compromiso socialista me pide estar en acción y en el PSOE, hoy por hoy, no solo es imposible sino contrapoducente.
    De verdad, no se puede hacer peor. Pero vamos, que encontrarán una empresa que le pegue los carteles y algún banco que les financie la última campaña. Están muy próximos al sistema y el sitema sabe que son necesarios para aflojar tensiones. Nada más.

  2. Pidamos una Conferencia ABIERTA y realmente democrática. Aquí se recogen firmas: http://www.change.org/es/peticiones/comisi%C3%B3n-ejecutiva-federal-que-se-convoque-una-conferencia-abierta-del-psoe

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